Estos trastornos se caracterizan por sensaciones de tensión, más o menos intensas, e intranquilidad, que tienden a ser por premoniciones o estados negativos. Que bien pueden no ser reales o causados por una amenaza externa.
El estado de angustia puede agravarse desencadenando respuestas somáticas en nuestro cuerpo, como del sistema nervioso autónomo o del sistema hipotalámico-pituitario-endocrino, que pueden desencadenar en padecer problemas o daños físicos de salud.
Cabe destacar que la angustia puede ser un impulso o respuesta emocional transitoria a una situación concreta, la cuál desaparecerá cuando la situación termine.
Cuando estos estados de angustia son crónicos y cambian nuestro modo de vida, es cuando se necesita el apoyo psicológico.
En psicología Palma te ayudamos a superarlo.
Angustia de Marta Frau Psicóloga
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